(Imagen sacada de www.kineducando.wordpress.com)
Nunca pierdas las ganas.
Enfréntate a cada día nuevo como a todo comienzo, con ganas de superar retos.
No practiques el rencor, perdona y olvida, aunque limpies cada noche tu karma de esas energías que hayan podido quedarse estancadas y no te permitan fluir, no te permitan vivirte bien.
Agradece todo lo que tienes, incluso aunque creas que lo mereces, que te lo has ganado, pues la vida, casi por definición, no es justa, así que después de todo, tienes suerte.
Sigue deseando fuerte, visualizando claro, que todo llega.
Y dentro de todo el caos (incluso dentro del tuyo propio), encuentra tu calma, respira hondo y sal a ser feliz.